Alcanar es un municipio de origen ibérico (siglos VII-II a. C.). Esta huella está bien representada en los hallazgos que se pueden contemplar en el parque arqueológico de la Moleta del Remei, completamente rehabilitado para la visita pública, y desde el cual se puede disfrutar de una magnífica vista del delta del Ebro.
También es de gran importancia el asentamiento de Sant Jaume-Mas d’en Serrà, un yacimiento excepcional de no más de 600 metros cuadrados que conserva una sólida muralla, una torre y muros que delimitaban lo que debían ser dependencias domésticas. También se han recuperado utillajes, como los típicos vasos fenicios (pithoi), fruto del contacto del poblado con los primeros comerciantes mediterráneos.
El núcleo de la villa conserva rincones de gran encanto e interés, y algunos sirven además como ejemplo de la vida tradicional en el municipio a lo largo de la historia. Son representativos de ellos, por ejemplo, la antigua cisterna del Vall, en muy buen estado de conservación, con un bello escudo en la entrada, o sus típicas norias.
Mención aparte merece la ermita del Remei, de estilo gótico y barroco, que conserva un muy interesante fresco de la batalla de Lepanto en el interior.